junio 11, 2009

Cuatro aforismos

A las botellas tapadas, las guitarras guardadas y las camas tendidas, no les caería mal una pizca de muerte.

* * *

Soy del perfil de los que no saben mirar sino de soslayo.

* * *

Si alguien muere de risa hay que hacerle una fiesta aunque sea de cuerpo sonriente.

* * *

Busca en tu bolsillo a ver si llevas esperanza para el camino.

La palabra se hizo silencio

Ella dijo:
el amor es insuficiente para hacer una metáfora
Él respondió:
es suficiente para ser tú y para ser yo.
Entonces la palabra se hizo silencio;
las palomas de papel y las musas
quedaron unidos
con mil latidos serenos
hasta que de tanto verse
se acabaron el cuerpo
los versos
y el amor

Lunada

I
Sobre ésta tierra
de plata la luna
insomne
y su velo
desploman las siluetas
de de perros y ramas
un collage de silencios
a media madrugada
Allí soy sin voz
quien lleva la batuta
de grillos y lamentos
mis huesos bañan de tinieblas
la penumbra del guayabo

Entonces temo
las horas
tu luz que a veces me besa
y los pasos tuyos que olvidan mis oídos
temo ser el tiempo
y crear una sombra
que cubra la eternidad

II
Pero qué hago
si el tiempo tiene perfumes y destellos también
corazón
deja aromas por donde va
sólo el río no huele a tiempo
porque tiempo es río
agua que todo se lleva
-deja lo perdido-
ahí
dónde mis pies se remojan
en el tiempo
de tu imagen
nada queda

III
Hay un reloj en cuarentena
testigo de la masacre de palabras
nada es eterno
solo las ganas de tenerte esta noche
pintarnos de plata los cuerpos
y erizar el bello con el beso de las sombras

El hombre después de sus muertos

-¿Qué quieren? no son de este mundo y faltan muchos años para que vaya con ustedes- Dijo el hombre y vio como sus muertos, uno a uno, le abandonaban con su soledad, en medio de la magia del amor y de la vida, pero en soledad. Cuando despertó, sintió que sus muchos años eran ahora un número absolutamente abstracto, sintió sus piernas predispuestas a andar el futuro, tocó el viento y respiró el olor a nuevo de un mundo en decadencia; fue entonces cuando miró salir a Dios más brillante que el sol, extendió su mano a la mano divina y caminó con Él, hasta llegar al sitio de los que viven para siempre.

junio 07, 2009

Muerto que camina a medio día



O porto que sonho é sombrio e pálido
E esta paisagem é cheia de sol deste lado…
Fernando Pessoa
Los árboles
se ocultan a esperar mi suicidio
se saben curiosos
los veo
son espejos
rozan las nubes
con ramas adelgazadas por las lágrimas
a veces me olvidan
me abandonan en la penumbra
de un cielo magenta
y de mis manos

Toda luz se pierde
el instinto me lleva lejos
al silencio que cubre el bosque
el pecho y la falda
de esa mujer curiosa también
que vio una sombra
caminar por su huerta
a pleno mediodía


Decisión

Cuando veas el silencio
que guardo para ti
sabrás si es mejor una esquina oscura
o mi voz entrecortada y dócil
“no te vayas”

Aquí hay una silla y una pistola
usa la que quieras
pero no las dos