Insomnio I
La noche dando vueltas,
el hombro me estorba
para encallar el cuerpo,
tus ojos me estorban
para encallar el alma;
mujer,
corta los hilos del pensamiento,
que vuele la imaginación,
que venga el sueño.
Insomnio II
¿Qué sigue después de la media noche?
Una luz
–otra vez la luz-,
que agita la memoria
-otra vez la memoria-,
un fragmento de la vida
repetido,
reprobado,
sin sueño.
Insomnio III
Un caballo trota bajo las sabanas,
lleva por jinete
una mujer desnuda,
rostro cubierto;
llega a mi puerta
mil veces,
pero no entra.
Insomnio IV
Palpita.
Aunque el demonio me ronda,
me visita;
ella palpita.
El sonido de sus fauces en mi cara,
me lleva por la noche a la mañana.
Después del viaje por las piernas
de no sé que mujer,
no se que sueño;
pero palpita.
Insomnio V
Verbena tras los párpados
imágenes estúpidas
que danzan con otras semejantes
sólo quien no duerma está invitado
es mi fiesta privada
de sueño
Insomnio VI
La sangre de la luna
Cayendo
A cuajos
Nos baña
Mis memorias y yo
Bebemos
Bailamos y
Morimos
Antes que amanezca
Insomnio VII
Dónde tus manos
Cómo el encuentro
Cuándo la huida
Porqué la ausencia
Arden los ojos
Insomnio VIII
Duende del sueño
Arte que me harta
Muñeca
Ausencia
Asesina
Cabalgata
Insomnio IX
Las sabanas desdoblan presencias y vestigios
uno
dos
tres
cuarto
sombras
y frío compañeros
la caricia del insomnio a la piel del silencio enamorado
Insomnio X
Perturbar un suicidio
Insignificante
Roer el miedo a la muerte
Antes del amanecer y sus tragedias
el sueño sueña
Poesía
La necesidad de nombrar las cosas, es lo que motiva estas letras. Aquí puede estar tu nombre. Aquí puedes encontrarte. Bienvenido.
Macario Rodríguez
octubre 28, 2009
octubre 22, 2009
puerta abierta
La puerta siempre abierta
aunque haya viento y sea polvo
o recuerdo
es indispensable
para volar con la mañana
el punto de partida de los sueños
un descanso a la verdad y sus grilletes
también es –y porqué no-
una excusa para los vecinos
buscan lo que hay dentro
tras los muebles cuadros
algo parecido a ellos mismos
entonces no nos pertenecemos
ni ellos ni yo
es la magia de la puerta abierta
que sigue esperando
con su umbral de bienvenidos
la planta de ella
o al menos su sombra
aunque haya viento y sea polvo
o recuerdo
es indispensable
para volar con la mañana
el punto de partida de los sueños
un descanso a la verdad y sus grilletes
también es –y porqué no-
una excusa para los vecinos
buscan lo que hay dentro
tras los muebles cuadros
algo parecido a ellos mismos
entonces no nos pertenecemos
ni ellos ni yo
es la magia de la puerta abierta
que sigue esperando
con su umbral de bienvenidos
la planta de ella
o al menos su sombra
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