octubre 23, 2013

Miedo líquido


Todo gira en torno a su mirada y sus palabras;
la luz,
el cielo que se bate por no llorar;
la tristeza te corre
te corroe,

el miedo líquido
resbala por la piel del alma.

La zozobra del miedo
te ronda
tibia

Sigues en pie,
la vista en otro tiempo,
no este,
otros ojos,
que no estos,
otro tiempo,
tiempo de madres y padres,
tiempo de un plural nonato.

Temblor en tus labios,
recuerdos,
el pum pum decreciente de tu yugular
bajo la blanca piel de rosa,
fluyen
desde dentro de ti.

El miedo líquido resbala
desde tus muñecas
y gotea
llenando de miedo el suelo de tu recamara.

Sigues en pie,
recordando su mirada;
sus ojos tras tus ojos
te absorben, te llaman,
y respondes.

Ya no estás en pie,
pero sigues
digna.

Termina el miedo líquido
todo se detiene.




agosto 30, 2013

Caída


Derramarme
después del fuego y
las noticias de los diarios,
volar
en picada, verter
mi cuerpo dentro
del vacío de tu ausencia, mirar
el horizonte hecho jirones,
desgastado
por la repetición
proverbial
del nombre alegría,
pero antes del impacto
incendiar el aire
que te toca y me toca y toca tu ausencia,
y sentencia,
la inclemencia de
tu lengua sobre mí,
sobre el giro inesperado de esta historia
destinada a no tener destino,
a perderse en el claustro del aparente,
a ser recordada por las letras no escritas en este libro,
o en la Biblia si fuera necesario.

Anoche te miré tras un cristal
hoy queda sólo
el eco de tu imagen
y un ángel en llamas retorciéndose en el suelo.

mayo 29, 2013

Versos Largos



A estas alturas de nuestro continuo mirarnos ya te habrás dado cuenta de que escribo en versos largos para poder perpetuar mi historia tras tus ojos,
aun así comprendo que lo más largo entre nosotros es el silencio que posee a mi lengua cuando hablamos en tono de verdad.
Dime si alguna vez pensaste en un “quizá” cuando el “imposible” tiranizaba nuestras voluntades.
Dime si la razón debe dominar el mundo de nuestras fantasías aún que no haya más motivos para ceder el gobierno.
Dime si las lágrimas que tú has llorado y yo he bebido, han sido por las eternas basuras que nublan nuestros ojos,
o hemos pretendido humectar el presente que se ha hecho viejo, e intentamos evitar las grietas que crecen y crecen hasta dejarnos tan lejanos el uno del otro, que nos hemos ido convertido en un punto, quizá punto final.
Dime si tengo que seguir escribiendo en versos largos para que al fin mis palabras verdaderas y únicas sigan resonando en tu mente por al menos unos minutos, ojalá la eternidad.

abril 18, 2013

Presunto Olvido

Las paredes ya desnudas del eco de su voz
su silueta en el cristal
la ventana donde asomaba su ausencia
y mi sístole que invocaba su nombre
presumen olvido

ya no está entre las voces del silencio
la suya
única melodía en maestoso
setenta te amos por minuto
ya no
ella no está
y su vacío se ensancha y me abarca
se acrecienta en mi boca
me desemboca
se derrama por todo mi cuerpo
el pubis
jalando el aire
a bocanadas busco respirarla
pero ya no está
y fuera de mí no hay nada que se parezca a ella
en esta casa vacía
con su polvo ingrávido
su rayito de luz por entre las cortinas
su oscuro silencio
las historias casi remendadas de un lejano tiempo
en fin

solo en un lugar sigue presente
mi olvido

febrero 01, 2013

Amalgama

Ya no soy el mismo;
después de su aliento al borde de mis comisuras,
no sé si me busca para inventar un secreto
o va a cuestionarme las palabras, los verbos;
qué hay de nosotros.
¡ay de nosotros!
Ya no soy el mismo;
sus manos no me reconocen,
lacerada está mi piel por su pluma,
los labios palpitantes
después del tatuaje del beso,
sangran;
en nuestras bocas reina el gesto
de una cruz de labios y dedos.

Ahora (bendita amalgama),
ella tampoco es la misma;
porque la noche y la brisa ligaron mi aliento al aliento suyo;
dentro,
alberga una criatura de nosotros
que le remueve las tripas y el vientre
cuando escucha mi nombre.

Por eso ya no somos los mismos,
porque llevamos el rastro del devenir en los cuerpos,
la voz del otro en los poemas por cantar
y los labios moribundos
para encontrar un beso mas allá del tiempo;
aunque,
¡carajo! ,
hayamos olvidado nuestros nombres.

enero 25, 2013

Tú y la Ausencia


Soy la ausencia tatuada a tu piel
una cadena de gemidos eslabones
que sellan rejas tras tus ojos
esa música helada bajo la colcha
tu pupila perdida de madrugada
que adivina mi silueta tras una cortina
inútil
Soy tan cerca de ti
como la ruptura en los remiendos de tu voz
la luciérnaga que te lleva consigo
y desaparece para dejarte de nuevo a oscuras
conmigo
que soy tu ausencia más hermana
te llamas Tú y la Ausencia
y el nombre te corroe la lengua
Tú y la Ausencia
hay destellos en lo oscuro
lágrimas que te iluminan el rostro y el blanco lienzo
pero que no hacen alba
ni siquiera por misericordia