abril 19, 2009

Remanso transcromático

Concédeme tu luz los días grises,
permíteme tu paz de templo amante,
revísteme el alma toda, errante
por sendas tenebrosas, infelices.

Transmuta en policromos los matices
plomizos, y resguarda vigilante
la libido secreta de este infante,
patético ramaje sin raíces.

Al blanco el verde, al negro el amor,
sustrae la misma esencia de la flor;
aléjame del odio y de la rabia;

Transpórtame, divina compañera,
la vida del infierno que me espera
hasta el lago tranquilo de tu savia.

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